Caso de éxito: María Cher. Cómo crecer y no perder la escencia y la coherencia
Publicado el 11 de enero de 2017María Cher es la prestigiosa marca argentina de indumentaria de la diseñadora María Cherñajovsky que en 2001 nació para instalarse no solo en el mercado nacional sino también en EE.UU y Japón.
En plena crisis económica, María Cher abrió su primer local en Palermo, logrando un éxito rotundo a pesar del contexto desfavorable que sacudía al país.
La marca combina el estilo único del diseño de autor con la gestión empresarial de un gran negocio, sin perder su escencia y logrando un producto superior que marca tendencia.
El alma de la marca tiene una impronta londinense, ya que su creadora vivió y estudió teatro y diseño en Londres y luego trajo sus conocimientos a argentina, creando un lenguaje lleno de estilo que innova y revaloriza lo clásico, dialogando al mismo tiempo con las exigencias del mercado actual.
Luego de un periodo de inicio y expansión, la creadora tuvo que dar el salto y pasar de ser solo diseñadora a convertirse también en empresaria, creando un equipo acorde y delegando las tareas correspondientes para poder darle vuelo a la marca.
Las prendas María Cher hablan de una mujer que se renueva, urbana y conectada con el movimiento de su cuerpo y con sus propias necesidades.
Siguiendo esta filosofía, en 2009 junto con la marca Dove, María Cher llevó a cabo el primer encuentro “Mujeres que inspiran”, para dar lugar al debate social acerca de la mujer en el mundo y el mercado laboral actuales. Con un marcado compromiso social, el espacio da a conocer historias de vida de cuatro mujeres por encuentro e invita a otras a que se inspiren, rompiendo con modelos femeninos estancos, tal como lo propone su marca.
María Cher es un ejemplo acerca de cómo llevar adelante una marca con identidad, que comunica un mensaje coherente y fuerte, teniendo siempre en cuenta a sus clientes y generando el espacio correspondiente para que el negocio se expanda.
La marca es coherente en su estética con su mensaje, mostrando en sus gráficas mujeres “bien paradas” y con mucha personalidad, contratando celebridades con estas características, utilizando percheros móviles en sus locales (reflejando la volatilidad y el movimiento de la mujer actual) y con una decoración con mucho estilo que combina colores clásicos con elementos modernos (lámparas llamativas y modernas, pisos y mobiliario blanco, que se combina con alfombras elegantes y un toque de negro y rojo).
La diseñadora define el estilo de su marca como “rockera-fashion”, hablándole a una mujer con opinión y dándole fortaleza al género femenino, sin perder la conexión con el estilo clásico. Actualmente cuenta con más de 20 locales y un crecimiento sostenido que habla de una marca bien plantada.