Rebranding: Cómo y cuándo hacer un cambio de imagen de marca
Publicado el 25 de julio de 2017La imagen de marca funciona como identificador en el mercado y entre los clientes y es necesario que siempre esté actualizada, dialogando con ambos a la vez.
La necesidad de un cambio de imagen de marca puede ser propiciada por una fusión o modificación dentro de la dinámica del negocio, por cambios en los hábitos de los clientes, por una mala reputación, por giros estratégicos dentro de la actividad, por una diversificación de productos o público, o, simplemente, porque dicha imagen quedó antigua y es necesario aggiornarla a los tiempos que corren.
Refrescar la imagen de marca incluye varios aspectos, no necesariamente todos ellos son visibles a primera vista. Los colores, el logo, la tipografía, son solo algunos elementos de un cambio de imagen. Se suele acompañar con un cambio de estrategia, un restyling de los locales, y nuevos desafíos a emprender, conformando de a poco la nueva identidad.
Te recomendamos algunos tips para emprender exitosamente un cambio de imagen.
No realices cambios drásticos
Tu público tiene asociada en su mente a tu marca y tus productos. Si realizás un cambio de imágen drástico y sin previo aviso, probablemente dejen de reconocerla y esto repercuta negativamente en tus ventas. Según expertos en rebranding, el restyling debe mantener a los consumidores actuales, incrementar las unidades que consumen o su frecuencia de compra y, finalmente, atraer a nuevos consumidores. En la mayoría de los casos hacer ligeros cambios graduales en la imagen original, basta para refrescar la marca, sin poner en juego su trayectoria y prestigio ganado a lo largo de los años.
Mantené a tus clientes al tanto de tu cambio de imagen
Los cambios deben estar siempre acompañados de una estrategia de comunicación que los contextualice. Dentro de esta estrategia se puede generar intriga y suspenso, e ir mostrando de a poco la nueva imagen en los medios de difusión de la marca (redes sociales, punto de venta, publicidad). De esta manera, los clientes estarán avisados y no los tomarás por sorpresa, evitando generar desconcierto y falta de reconocimiento.
Conservá el espíritu y la esencia de tu marca
No todo debe ser cambiado en un restyling de marca. Aquello que la marca representa, y por lo cual la eligieron los consumidores, debe mantenerse e incluso acentuarse con el cambio de imagen. Para los clientes, tu marca es una suma de valores y experiencias, es una promesa, una forma de vincularse con los productos que eligen. Conservar lo que para ellos representa tu marca es cumplir con sus expectativas. claro lo que representa la marca.
Elaborá una estrategia inclusiva
Un cambio de imagen debe incluir el pasado de la marca, pero también integrar su presente con el futuro del mercado. Debe ser un proceso inclusivo, que englobe y mejore lo que ya se hizo hasta ahora.
Todo cambio conlleva un riesgo, pero si el motivo es relevante, vale la pena correrlo. Elaborar un cambio de imagen a tiempo, puede ser un salvavidas para tu marca en casos de mala reputación, baja de ventas o cambios drásticos dentro de la oferta del negocio. Un plan de restyling exitoso será aquel que sea correctamente promovido, que esté al servicio de los clientes y que se lleve a cabo de manera estratégica, respetando los orígenes de la marca.